Conforme aprendí a interpretar los patrones básicos del comportamiento humano, decidí tratar de influir lo menos posible en ellos, para que cada quien pudiera desarrollarse integralmente de manera empírica, lúdica y experimental.
Descubrí que para no influir en otros, tendría que aislarme de ellos, hacerme invisible, y solo me quedaría observar los resultados para ver si se parecen a mi pronóstico. Al final, todos son predecibles; solo hay que comprender la intención de cada uno, y detrás de ello su motivación.
Digamos que para comprender bien las acciones que realizan los seres humanos, debemos comprender bajo que patrón fueron modelados, y siendo así, a final de cuentas, todos los humanos son iguales.